lunes, 17 de diciembre de 2007





¿QUE ES EL TALLER DE ENCUENTRO CON LOS ARBOLES?


Es un taller en la naturaleza, vivencial y residencial en el que un grupo reducido aprende, se divierte, investiga y practica unido y conducido por un terapeuta.


Encuentro con los árboles es un sistema de trabajo terapéutico con el soporte de los árboles y lo energético, que aúna diferentes conocimientos y experiencias, de la botánica y etnobotánica a la simbología y la energética.


El taller es diferente cada vez pues se adapta a tres elementos claves: - El lugar árboles de la zona, espacios para trabajar, energías presentes.- La estación en cada estación, como la naturaleza, tenemos una pauta esencial.- Los participantes cada uno es único, cada grupo es único, cada momento es único.


¿DE DONDE PARTIMOS?


Hay algunas ideas básicas que guían el taller:


El árbol es un elemento esencial en la cadena de la Vida y es, además, una representación simbólica del hombre.


El ser humano es una unidad, que aúna cuerpo, mente, emociones y alma y, por tanto, cualquier actividad en torno a él no puede olvidar su aspecto espiritual.


En nuestro proceso de vida y de crecimiento es fundamental descubrir nuestra función en el mundo y liberarnos de lo que nos dificulta ejercer dicha función. Para ello es imprescindible situarnos en relación con los otros reinos (mineral, vegetal y animal), siendo la relación con el vegetal un instrumento privilegiado


¿EN QUE CONSISTEN?


En experimentar, con el soporte de los árboles y la ayuda del terapeuta, la vivencia de nuevas experiencias interiores para liberar bloqueos, descubrirnos a nosotros mismos y vivir en plenitud.

¿CUALES SON LOS OBJETIVOS?


Estos son los objetivos de los Talleres de Encuentro con los Árboles:




  • Liberar miedos personales y arquetípico.


  • Aprender a vivir el presente.


  • Ampliar nuestro campo de percepción.


  • Descubrir nuestras potencialidades.


  • Anclarnos en la tierra, sentir nuestros apoyos y nuestras raíces.


  • Experimentar la fuerza de la Vida.


  • ¿A QUIEN VAN DIRIGIDOS?

    A los amantes de la naturaleza.


  • A los que gustan de compartir.


  • A los que quieren tener experiencias interiores para crecer y sentirse libres y sanos.


  • A los que buscan y a los que desean compartir su búsqueda.


  • A los que saben de la integridad del ser humano.


  • A los que intuyen "lo energético".


  • A los que han encontrado y quieren descubrir más.


  • A los que desean pasar un fin de semana diferente.


¿QUIEN LOS DIRIGE?


Michel Abriel especialista en ciencias sociales.
Terapeuta transpersonal, formado en gestalt, eneagrama y otras formas de terapia humanista.
Investigador y terapeuta energético, trabaja con los centros energéticos, con las polaridades femenina y masculina y con piedras preciosas y cristales. También enseña meditación.

ABRIENDONOS A LO TRANSPERSONAL

TALLERES DE ENCUENTRO CON LOS ÁRBOLES
ABRIÉNDONOS A LO TRANSPERSONAL

LOS ÁRBOLES

Entre ellos nos sentimos serenos, sosegados, descansados y tranquilos; moderan el clima, mejoran la calidad del aire, conservan agua y dan albergue a la vida silvestre. Hasta los pacientes de cirugía mejoran cuando desde sus habitaciones se ven árboles. Los árboles nos hacen la vida más agradable.

Su longevidad y belleza suscitan admiración. Los árboles son también los organismos más viejos que puede contemplar la mayoría de la gente. Desde la más remota antigüedad, los árboles han sido reverenciados como un vínculo entre el cielo y la tierra.

Desde la Antigüedad, todas las culturas y tradiciones tienen árboles sagrados, desde el Árbol de la Vida del Génesis al ficus en el que Gautama Buda alcanzó la iluminación, desde el manzano de la isla de Avalon del rey Arturo hasta los árboles mágicos de celtas y druidas o los del Yannat, los Jardines del Paraíso coránico.

Los estudios de John Musselman de la Old Dominion University de Norfolk, Virginia sobre las abundantes referencias a los árboles y su simbología en los libros sagrados del judaísmo, el cristianismo y el Islam reflejan el lugar que ocupaban los árboles en la vida diaria y el imaginario de las culturas de milenios pasados.

Es también la representación simbólica del Hombre que, como el árbol, tiene las raíces de su vida bien insertadas en la Tierra y su aspiración de trascendencia rozando el Cielo.

Más allá de lo simbólico, el paralelismo entre el hombre y el árbol llega a nuestro interior: La circulación de la sangre, la ramificación de nuestro sistema respiratorio, la trayectoria de los mensajes de nuestro cerebro y nuestra médula espinal funcionan como la circulación de la savia desde la raíz por el tronco a las ramas. Nuestros procesos mentales y emocionales igualmente nos recuerdan a los árboles: La raíz de nuestras emociones suele estar enterrada lejos de nuestra vista.

A principios de este tercer milenio, asistimos a un despliegue tecnológico colosal. Sin embargo, la calidad de vida del planeta y de la mayor parte de la humanidad sigue deteriorándose. Bajo el dominio del "progreso y de la ciencia, el hombre ha perdido el conocimiento y la consciencia de su pertenencia al Planeta. Vive como puesto aquí o allá, a merced de un destino hereditario o familiar. Ha olvidado que fue concebido gracias a los gérmenes de vida provenientes del polvo de las estrellas y que la Tierra le sirvió de madre; que gracias a las aguas de su vientre ha podido evolucionar.

LO ENERGETICO

A lo largo de su evolución el hombre se ha erguido hacia el cielo. Su postura vertical lo convierte en antena de captación, lazo de unión entre el cielo y la tierra. El Hombre y el Árbol son así antenas en el movimiento continuo de la Vida.

Nuestra Tierra está viva, como lo demuestran la desviación de los continentes, su suelo en permanente mutación y las fuerzas de la Naturaleza manifestándose regularmente.

Las energías telúricas que captamos por la superficie de nuestros pies, sin darnos cuenta son producidas por el magma. Éstas remontan a través de nuestro cuerpo por diferentes escalones que llamamos centros energéticos o chakras y que tienen cada uno su especificidad.

Al igual que nosotros tenemos una estructura energética de la que los chakras y algunos cuerpos forman parte, la planta tiene un cuerpo físico y un solo cuerpo sutil: el cuerpo etérico que es posible ver con la fotografía Kirlian.

LO TRANSPERSONAL

Por otra parte, algunas Tradiciones, como el sufismo, nos enseñaron bastante sobre cómo trabajar el bienestar y la salud mental e hicieron de la “educación del alma” -esto es, del tratamiento de la persona completa- uno de los temas centrales de su literatura, sirva como botón de muestra el libro “Las enfermedades del alma y sus remedios” de Shaykh al-Sulamî.

En nuestra cultura occidental Abraham Maslow, uno de los grandes precursores de la psicoterapia moderna, expone ("Una teoría de la Motivación Humana") una clasificación de las necesidades humanas y la más elevada, por encima todas las demás es la necesidad de poder llegar a ser lo que cada uno podemos llegar a ser, y esto incluye las necesidades de conocimiento y trascendencia.

Fritz Perls, desarrollador de la Terapia Gestalt decía que “Sin la toma de conciencia no hay nada”. Y es que el ser humano es una unidad, que aúna cuerpo, mente, emociones y “alma” y, por tanto, cualquier actividad en torno a él no puede olvidar su aspecto espiritual. La Espiritualidad es el deseo de empatía con el Universo, el deseo de comunicar con el Espíritu que anima todas las cosas e insufla la Vida a través de los mundos. Esto es lo transpersonal.

EL TALLER DE ENCUENTRO CON LOS ÁRBOLES

El hombre no está disociado de los otros reinos. Por eso puede contactar con ellos, especialmente con el reino vegetal y recibir de los seres vivos más grandes y antiguos, los que más experiencia de Vida han acumulado, múltiples aprendizajes y también trabajar con su energía.

La esencia de cada árbol es diferente y nos aporta algo diferente: El olivo, símbolo de paz, que en la tradición islámica representa al hombre universal y nos aporta calma y serenidad; el sauce llorón nos ayuda a trabajar con el inconsciente y los sueños; el castaño es vigorizante, el ciprés nos ayuda en el crecimiento espiritual; la madre haya su serenidad y confianza; el roble nos da su fuerza y nos aconseja...

Con estas premisas creé hace ya unos años el Taller de Encuentro con los Árboles. En él podemos disfrutar de la experiencia de vivir sus energías, recargarnos con su potencia, salir de nuestros atascos, sanar nuestras emociones, disfrutar con su belleza, abrirnos a la espiritualidad que nos aportan muchos de ellos...

El Taller de Encuentro con los Árboles es un sistema de trabajo terapéutico con el soporte de los árboles y lo energético, que aúna diferentes conocimientos y experiencias, de la botánica y etnobotánica a la simbología y la energética. Es un taller en la naturaleza, vivencial y residencial en el que un grupo reducido aprende, se divierte, investiga y practica unido y conducido por un terapeuta.

El Taller es una experiencia única pues cada vez es diferente, en función del lugar, la estación y sus emociones y los participantes pues cada uno es único, cada grupo es único, cada momento es único.

Se trata de vivir, con el soporte de los árboles y la ayuda del guía -terapeuta, diferentes experiencias en la naturaleza con el objetivo de: Liberar miedos personales y arquetípicos, aprender a vivir el presente, ampliar nuestro campo de percepción, descubrir nuestras potencialidades, anclarnos en la tierra, sentir nuestros apoyos y nuestras raíces, en definitiva, experimentar la fuerza de la Vida.

Maestro, educador social,terapeuta transpersonal,investigador y terapeuta energético
El Árbol es Vida y nos da vida al actuar sobre la atmósfera y el clima, fijar la tierra, producir alimentos y madera, ser fuente de salud con sus frutos, flores y esencias, elemento esencial en la cadena de la Vida.

El Árbol es la representación simbólica del Hombre que, como el árbol, tiene las raíces de su vida bien insertadas en la Tierra y su aspiración de trascendencia rozando el Cielo.

El Hombre y el Árbol son así antenas que unen el Cielo y la Tierra en el movimiento continuo de la Vida.

Desde la Antigüedad, todas las culturas y tradiciones tienen árboles sagrados, desde el Árbol de Vida del Génesis al ficus en el que Gautama Buda alcanzó la iluminación, desde el manzano de la isla de Avalon del rey Arturo hasta los árboles mágicos de celtas y druidas o los del Yannat, los Jardines del Paraíso coránico.

Los Árboles son los seres vivos más antiguos, los que más experiencia de Vida han acumulado y, por tanto, unos "maestros" de los que podemos aprender, vivir sus energías, recargarnos con su potencia, disfrutar de su belleza... contactar de otra forma con la Vida.